jueves, 24 de septiembre de 2009

toreando al gay

Esto ya es lo más de lo más… ahora sí que llega la verdadera doble moral…


Joselito Ortega, torero que tomó la alternativa hace ya tres años, será el primero en llevar publicidad en su capote, algo inédito. Pero como ocurre en el mundo de la tauromaquia, la publicidad saldrá por la puerta grande por la singularidad del anuncio: bebida energética para gays. Ole, ole y ole!


Yo no sé que resulta más esperpéntico, si la llegada de la publicidad a las corridas o la existencia de una bebida para gays o la fusión de ambas.


De la publicidad en los ruedos no me espanto demasiado, ya que la publicidad es como una pequeña plaga que saltó de los medios tradicionales a la más alta innovación. Me considero antitaurino, así que no me molesta demasiado que la publicidad “ensucie” la fiesta nacional, quedaría muy gracioso ver un toro pintado de “orange” publicitando a la empresa telefónica o que la tierra del tendido dibuje la silueta del grupo nueva rumasa.


Pero ¿una bebida energética para gays? Esto es porque los gays andamos flojos de energía o es porque algún gurú del marketing ha decidido que el pink target somos un buen público para su marca, que la compraremos porque pone “gay” en su lata, porque somos tontos y fáciles de convencer.


Lo mejor es pensar en el publicista que se le ocurrió la idea, debió pensar que a los gays nos vuelve “locas” ver a los toreros marcando paquetón, con todo el nabo o calcetín -vete tú a saber- bajando por esa pierna y marcando toda su virilidad; este señor publicista se imaginó a las maricas españolas ansiando que lleguen las cinco de la tarde para babear en la plaza de toros –desde la zona de sol, poniéndose divinas- así que no existe ubicación más ideal para la publicidad de la bebida energética para gays que el mismísimo capote del torero, objetivo indudable de las calenturientas miradas de su “pink target”.


Si es que como dijo el Sr. Trillo… manda huevos!


PD: Si hay bebidas para gays… porque no comida para gays… creemos guetos y no salgamos de ellos, que las marcas “guays” ya se encargarán de darnos... de comer, de beber… y como no podría ser de otra manera… por el culo!

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