el polvorín valenciano

Hace unos días la agencia de calificación de riesgo STANDAR & POOR`s recomendaba en un informe a la Generalitat Valenciana contener el gasto y limitar las inversiones para conseguir cierta estabilidad presupuestaria ante el descenso previsible de sus ingresos ligados al sector inmobiliario.

Este informe refleja, una vez más, la mala gestión del gobierno de F. Camps, esa gestión tan pésima que, pese a que la Comunidad Valenciana está a la cabeza de las autonomías con mayor deuda por habitante, el Consell se ve obligado a solicitar al Ministerio de Hacienda más capacidad de endeudamiento. Y es que las guerras son muy caras.

Además, las tensiones de presupuesto están haciendo que varios proyectos de obras públicas estén paralizados y los contratistas hechen de menos la colaboración (paticipación, consorcios, etc.) del Gobierno central. Situación que el Consell ha aprovechado para hacer de ésta su frente de batalla contra el Gobierno central, llegando a utilizar a los empresarios afectados como arma arrojadiza, alineándolos en sus filas, practicando una intervención tal que a algún empresario se ha oido decir "el día que hay acto (del PP) me busco un viaje fuera". Ah! que el Gobierno central tampoco les tiende una mano a estos empresarios atrapados entre dos bandos. Lamentable.

Otra batalla, otro frente abierto por Camps es que reclama el traspaso de la red de Cercanías de Renfe, eso sí, previa inversión del Gobierno central de 2500 millones, para que se lo den limpito, y ya de paso que se lo den gestionado ¿no?. Pero si no es capaz de gestionar debidamente la red de metro, hoy con su primer socabón incluido, y con huelgas día sí día también ¿cómo leches va a saber gestionar la red de cercanías?

Ahí no queda la cosa, y en la batalla abierta por Educación para la Ciudadanía, Camps hará uso de su poder para decidir (uso de su competencia) y no sólo no pondrá trabas a los padres que decidan objetar y se nieguen a que se imparta esta asignatura a sus hijos, si no que, además, esta asignatura se impartirá en inglés, lo mejor, que se atreve a decir que la medida mejorará el sistema educativo, ya que se subsanará la deficiencia en inglés de nuestros escolares. Y mi pregunta es ¿existirá una relación directa entre la objección de conciencia de los padres y el nivel de inglés de sus hijos? ¿Qué manera es esta de discriminar la educación de nuestros escolares? Más trabajo para la ministra de igualdad, escolares que cursen EpC en la C. Valenciana no la estudiarán igual que los de otras CC.AA. (como Andalucía), tampoco en cuanto a los contenidos (sabemos que Camps ha ordenado suprimir del temario cualquie alusión al matrimonio homosexual). Si es que la competencia de Eduación debería rescatarla el Gobierno central (algo que incluía UPyD en su programa electoral, junto con el consenso para los contenidos de EpC).

Pero como toda guerra, aun quedan otra batallas por delante, y esta parece que vaya a ser la más sangrienta. Como su líder Mariano Rajoy no lo consiguió, ahora llega Camps con el "contrato de integración de inmigrantes" y reclamando las competencias para poder conceder a su antojo los permisos laborales de inmigrantes. Sin comentarios.

En definitiva, que las granadas pueden explotarle a Camps en sus propias manos, como si de una mascletà a lo bestia se tratara, y lo que es peor, es inminente el riesgo de que le explote el polvorín entero. Esto no es lo que todos queremos, ya que la onda expansiva nos daría de pleno en la cara de todos, aunque así lo quieran los socialistas valencianos, quienes en lugar de hacer oposición tan sólo desean el hundimiento del gobierno Camps, olvidándose de los ciudadanos, como siempre.

¡Señorías! hay otra manera de hacer política, no la del bombo y platillo y gasta que te gasta, ni la política de esperar y criticar (destructivamente), ni mucho menos la política de reivindicar una nación valenciana ni la de reivindicar unos paises catalanes. La política que necesita nuestra sociedad es la política de calle, la política que surje de cada uno de nosotros ¡A trabajar!